CONTROL
GENETICO DEL GEN BRCA
GEN BRCA2:
En 1994, los científicos descubrieron otro gen (similar al
BRCA1) al que denominaron BRCA2.Pertenece
a la familia de los genes supresores de tumores, que en el organismo sano
controlan la proliferación celular. Ellos, por tanto son reguladores negativos
de crecimiento y cuando no están presentes en la célula o se encuentran
inactivos a causa de mutaciones, las células dejan de crecer normalmente y
adquieren propiedades proliferativas anormales, características de las células
tumorales. Estos
genes que son ubicuos, porque se expresan en todas las células del organismo y
participan en la reparación del ADN.Los
estudios del gen BRCA2 han puesto en evidencia que es el responsable del 35% de
los cánceres de mama hereditarios en mujeres y de un 14% del cáncer de
mama en varones. Se han descrito unas 450 mutaciones.

Las mutaciones de BRCA2 se hallan
asociadas a un riesgo incrementado para el desarrollo de diversos cánceres,
como el de mama femenino y masculino, el de ovario, de próstata, de páncreas y
de laringe. BRCA2 se halla ubicado en el brazo largo del cromosoma 13 (13q
12-13). Al igual que BRCA1, el producto génico de BRCA2 está involucrado en el
proceso de reparación del ADN, formando un complejo multiproteico con otras
proteínas como la Rad. 51, BARD1 y BRCA1.
Cuando una persona tiene una copia alterada o mutada del gen
BRCA2, aumenta su riesgo de sufrir los diversos tipos de cánceres:
mutación
del gen BRCA2
|
· del 59
por ciento al 82 por ciento de riesgo de por vida de cáncer del seno (en
las mujeres)
· seis
por ciento de riesgo de por vida de cáncer del seno (en los hombres)
· hasta
un 27 por ciento de riesgo de por vida de cáncer de ovario
· mayor
riesgo de otros tipos de cánceres, como cáncer de páncreas, de próstata, de
laringe, de estómago y melanoma.
|
La
mayoría de las personas que presenta una mutación en el gen BRCA1 o BRCA2 tiene
una mutación única: una que es específica para ellos y para su familia. Hasta
el presente, se han identificado cientos de mutaciones únicas en ambos genes
BRCA1 y BRCA2. No obstante, existen unas pocas excepciones. Por ejemplo, en
individuos de ascendencia judía ashkenazita y personas provenientes de los
Países Bajos, Islandia y Suecia se encontraron mutaciones específicas
recurrentes. Las mutaciones vuelven a aparecer en estos grupos a causa del
efecto del fundador. “Fundadores” son un pequeño grupo de personas que, debido
a un aislamiento geográfico o religioso, se reproducen entre sí. Cuando un
pequeño grupo de personas se reproduce entre sí a través de las generaciones,
pueden recurrir mutaciones específicas poco comunes y volverse más frecuentes
en la población. Se llama efecto del fundador.La
población judía ashkenazita actual surgió de un pequeño grupo de fundadores,
uno o más de los cuales debe haber portado mutaciones específicas en los genes
BRCA1 y BRCA2. En especial, existen tres mutaciones (dos en el gen BRCA1 y una
en el BRCA2) que representan la mayoría de las mutaciones de BRCA vistas en las
personas de ascendencia judía ashkenazita. Cuando se trata de pruebas genéticas
esta información tiene un significado práctico ya que algunos laboratorios
ahora ofrecen paneles de mutación “étnico-específicos”. En algunos casos, en lugar
de investigar el gen entero cada vez que se realiza una prueba a una persona,
los laboratorios pueden buscar primero mutaciones específicas basadas en el
origen étnico de la persona. Además, el efecto del fundador es importante en
los individuos judíos ashkenazitas porque ha llevado a una mayor incidencia de
mutaciones BRCA en esta población. En la población en general, se estima que
uno de cada 800 individuos presenta una mutación en los genes BRCA1 o BRCA2.
Por el contrario, uno de cada 40 individuos de origen ashkenazita presenta una
de las mutaciones recurrentes. Esta mayor incidencia tiene consecuencias en
cuanto a la evaluación de la trascendencia de antecedentes familiares de cáncer
del seno y de ovario en personas de origen ashkenazita versus personas que no
son de origen ashkenazita.

Una investigación llevada a cabo en Memphis
(Estados Unidos) propone que ciertos genes previenen el cáncer y también guían
el desarrollo normal del sistema nervioso antes del nacimiento y durante la
infancia mediante la reparación del ADN dañado. Se ha
demostrado que el gen Brca2 desempeña un doble papel en
el desarrollo del sistema nervioso: elimina los errores que se producen en
el ADN debido a la formación de nuevas copias de cromosomas y evita la
formación de los meduloblastomas. Los meduloblastomas son un tipo de cáncer de
cerebelo que constituye el 20% de los tumores cerebrales de la infancia; más de
la mitad aparecen en niños menores de 6 años. El
gen Brca2 es importante porque como el cerebelo crece en
tamaño y complejidad antes y después del nacimiento, se produce una rápida
formación de nuevas células nerviosas. Este estudio muestra que el gen
actúa como un mecanismo que permite la reparación del ADN dañado cuando las
células duplican sus cromosomas cada vez que se dividen. La enorme tasa de
divisiones celulares durante el crecimiento del cerebelo incrementa
considerablemente el riesgo de daño del ADN. Por tanto, debe existir alguna vía
que permita asegurar que este daño se repara rápidamente para prevenir la acumulación
anormal de células. Cuando
los investigadores eliminan Brca2 durante el desarrollo del
sistema nervioso en ratones, la pérdida de este gen conduce a apoptosis,
disparando la incapacidad de las células de reparar el ADN dañado. Esto reduce
el tamaño del cerebelo, produciendo malformaciones en la forma del cerebro e
impidiendo el movimiento de ciertas células nerviosas que normalmente migran a
través del cerebelo durante el desarrollo.

BIBLIOGRAFIA