miércoles, 6 de junio de 2012

TAREA DE LA UNIDAD 8



CONTROL GENETICO DEL GEN BRCA


GEN BRCA2:

En 1994, los científicos descubrieron otro gen (similar al BRCA1) al que denominaron BRCA2.Pertenece a la familia de los genes supresores de tumores, que en el organismo sano controlan la proliferación celular. Ellos, por tanto son reguladores negativos de crecimiento y cuando no están presentes en la célula o se encuentran inactivos a causa de mutaciones, las células dejan de crecer normalmente y adquieren propiedades proliferativas anormales, características de las células tumorales. Estos genes que son ubicuos, porque se expresan en todas las células del organismo y participan en la reparación del ADN.Los estudios del gen BRCA2 han puesto en evidencia que es el responsable del 35% de los cánceres de mama hereditarios en mujeres y de un 14% del cáncer de mama en varones. Se han descrito unas 450 mutaciones.


Las mutaciones de BRCA2 se hallan asociadas a un riesgo incrementado para el desarrollo de diversos cánceres, como el de mama femenino y masculino, el de ovario, de próstata, de páncreas y de laringe. BRCA2 se halla ubicado en el brazo largo del cromosoma 13 (13q 12-13). Al igual que BRCA1, el producto génico de BRCA2 está involucrado en el proceso de reparación del ADN, formando un complejo multiproteico con otras proteínas como la Rad. 51, BARD1 y BRCA1.



Cuando una persona tiene una copia alterada o mutada del gen BRCA2, aumenta su riesgo de sufrir los diversos tipos de cánceres:

mutación del gen BRCA2
·     del 59 por ciento al 82 por ciento de riesgo de por vida de cáncer del seno (en las mujeres)
·     seis por ciento de riesgo de por vida de cáncer del seno (en los hombres)
·     hasta un 27 por ciento de riesgo de por vida de cáncer de ovario
·     mayor riesgo de otros tipos de cánceres, como cáncer de páncreas, de próstata, de laringe, de estómago y melanoma.

La mayoría de las personas que presenta una mutación en el gen BRCA1 o BRCA2 tiene una mutación única: una que es específica para ellos y para su familia. Hasta el presente, se han identificado cientos de mutaciones únicas en ambos genes BRCA1 y BRCA2. No obstante, existen unas pocas excepciones. Por ejemplo, en individuos de ascendencia judía ashkenazita y personas provenientes de los Países Bajos, Islandia y Suecia se encontraron mutaciones específicas recurrentes. Las mutaciones vuelven a aparecer en estos grupos a causa del efecto del fundador. “Fundadores” son un pequeño grupo de personas que, debido a un aislamiento geográfico o religioso, se reproducen entre sí. Cuando un pequeño grupo de personas se reproduce entre sí a través de las generaciones, pueden recurrir mutaciones específicas poco comunes y volverse más frecuentes en la población. Se llama efecto del fundador.La población judía ashkenazita actual surgió de un pequeño grupo de fundadores, uno o más de los cuales debe haber portado mutaciones específicas en los genes BRCA1 y BRCA2. En especial, existen tres mutaciones (dos en el gen BRCA1 y una en el BRCA2) que representan la mayoría de las mutaciones de BRCA vistas en las personas de ascendencia judía ashkenazita. Cuando se trata de pruebas genéticas esta información tiene un significado práctico ya que algunos laboratorios ahora ofrecen paneles de mutación “étnico-específicos”. En algunos casos, en lugar de investigar el gen entero cada vez que se realiza una prueba a una persona, los laboratorios pueden buscar primero mutaciones específicas basadas en el origen étnico de la persona. Además, el efecto del fundador es importante en los individuos judíos ashkenazitas porque ha llevado a una mayor incidencia de mutaciones BRCA en esta población. En la población en general, se estima que uno de cada 800 individuos presenta una mutación en los genes BRCA1 o BRCA2. Por el contrario, uno de cada 40 individuos de origen ashkenazita presenta una de las mutaciones recurrentes. Esta mayor incidencia tiene consecuencias en cuanto a la evaluación de la trascendencia de antecedentes familiares de cáncer del seno y de ovario en personas de origen ashkenazita versus personas que no son de origen ashkenazita.


Una investigación llevada a cabo en Memphis (Estados Unidos) propone que ciertos genes previenen el cáncer y también guían el desarrollo normal del sistema nervioso antes del nacimiento y durante la infancia mediante la reparación del ADN dañado. Se ha demostrado que el gen Brca2 desempeña un doble papel en el desarrollo del sistema nervioso: elimina los errores que se producen en el ADN debido a la formación de nuevas copias de cromosomas y evita la formación de los meduloblastomas. Los meduloblastomas son un tipo de cáncer de cerebelo que constituye el 20% de los tumores cerebrales de la infancia; más de la mitad aparecen en niños menores de 6 años. El gen Brca2 es importante porque como el cerebelo crece en tamaño y complejidad antes y después del nacimiento, se produce una rápida formación de nuevas células nerviosas. Este estudio muestra que el gen actúa como un mecanismo que permite la reparación del ADN dañado cuando las células duplican sus cromosomas cada vez que se dividen. La enorme tasa de divisiones celulares durante el crecimiento del cerebelo incrementa considerablemente el riesgo de daño del ADN. Por tanto, debe existir alguna vía que permita asegurar que este daño se repara rápidamente para prevenir la acumulación anormal de células. Cuando los investigadores eliminan Brca2 durante el desarrollo del sistema nervioso en ratones, la pérdida de este gen conduce a apoptosis, disparando la incapacidad de las células de reparar el ADN dañado. Esto reduce el tamaño del cerebelo, produciendo malformaciones en la forma del cerebro e impidiendo el movimiento de ciertas células nerviosas que normalmente migran a través del cerebelo durante el desarrollo.




BIBLIOGRAFIA


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